Los pediatras (la mayoría) llevan años
desaconsejando el uso del andador, aunque muchos padres siguen comprándolo. Por un lado,
se considera un elemento innecesario , ya que los chicos se largan a caminar cuando están
preparados. Por otro lado, si se usa mucho, las piernas pueden arquearse, puesto que los
huesos todavía débiles, se ven forzados a soportar el peso del cuerpo durante un tiempo
excesivo. Otro inconveniente son los accidentes. si ya tenemos un andador en casa y no
queremos deshacernos de él, al menos debemos procurar que el chico no lo estrene antes de
tiempo; lo prudente es que lo use de a ratos, en lugares seguros y siempre bajo la atenta
mirada de un adulto. Cuando empiece a caminar, es mejor comprarle un vehículo en forma de
zapatilla o de un animal. Le dará seguridad en sus primeros pasos y lo estimulará a
caminar.
En el tercer mes, el bebé empieza a emitir sonidos y a
comunicarse con la mamá. Y para fomentar esa interacción, el sonajero es un juguete
ideal. Para elegir el adecuado tené en cuenta estos ítems:
Cuanto más liviano sea, mejor; el bebé lo
podrá sostener con sus manos durante más tiempo.
Los colores contrastantes, como el blanco y el
rojo, estimulan su visión y son sumamente atractivos.
Las texturas tejidas son las preferidas del
bebé, no así las de plástico liso.
El sonajero tiene que tener como mínimo 4
centímetros para que el pequeño, cuando se lo lleve a la boca, no pueda tragárselo.

Al tratarse de criaturas tan pequeñas
resulta extraño hablar de tiempo de ocio. Sin embargo en los momentos que está
despierto, "el juego" se convierte
en un tiempo útil y necesario para que el bebé reciba todo tipo de estímulos. Pocas
cosas lo divierten tanto como un balanceo mientras se lo mantiene boca abajo: si nota que
está bien sostenido, la sensación de volar provocará su risa. Le gusta mucho que
papá y mamá lo balanceen sobre sus rodillas, mientras le hablan y le sonríen. También
puede tenerlo abrazado estrechamente y susurrarle palabras al oído. Con ello se le brinda
una cálida sensación protectora y se le mantiene alerta para que esté atento a todo lo
que sucede a su alrededor. A la hora de elegir juguetes, los clásicos muñecos de
peluche, suaves y mullidos; cálidos y divertidos siguen siendo los preferidos de todo
bebé. Pero ¡atención! deben ser lavables,
con los ojos pintados o bordados y no deben desprender pelusa.

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