ALGUNOS SECRETITOS¿Y si llora?: no te inquietes ni te asustes. Fijate que el agua no esté ni muy caliente ni muy fría. Calmalo y dejá que se vaya tranquilizando. La adaptación al agua: es una cuestión individual de cada bebé y se transforma en una costumbre placentera, salvo que en algún momento le haya entrado agua en sus ojitos, se haya resbalado o le haya pasado algo que lo asustó. En ese caso, hay que volverle a generarle confianza, y para ellos sirve incorporar algunos chiches, no poner mucha agua y darle tiempo para que pueda ir superándolo. |