Biografías
En la provincia de Santa Fe, en un pequeño pueblo de 7000 mil habitantes, llamado Arequito,vivía una humilde familia, cuya economía depende casi exclusivamente del folklore. El matrimonio Pastorutti (Omar y Griselda) desde muy jóvenes se interesaron por la música de nuestro país, involucrando a sus dos hijas (Soledad y Natalia) transmitiéndole todo su fanatismo, por su puesto que ambas niñas, muy interesadas por el folklore decidieron comenzar, lo que en el futuro sería su carrera artística.
Desde un principio la más interesada siempre fue Soledad, quien a los 6 años de edad comenzó a estudiar órgano, el cual cambió tiempo más tarde por la guitarra. Con sólo 10 años debutó como cantane en su pueblo ante 600 personas que se congregaron, al caer la tarde, para escuchar a la nena. Dede entonces nacía una de las figuras más importantes de la música Argentina. Soledad, más conocida como la Sole nació un 12 de Octubre de 1980,en un clínica de una ciudad vecina (Casilda). Los primeros contactos con la música los tuvo gracias a su padre, ferviente admirador de José Larralde, Horacio Guaraní, Alfredo Zitarrosa, entre otros. A la presencia de Soledad en las distintas peñas folklóricas de la provincia de Santa Fe y Córdoba, se le suma la de su hermana Natalia quien con dos años menos recorrió junto a su hermana las principales salas del país. Ellas sabían que su lugar era ése, y su destino, triunfar con la música.
Las pequeñas giras que realizaban por las peñas, junto a su familia le valieron una importante cantidad de triunfos en competencias, para los nuevos valores . Tiempo después y con el reconosimiento de la gente, Soledad y Natalia comentaron "los festivales que ganamos no nos sirvieron demasiado y las veces que no ganábamos nos desilucionábamos mucho, por eso dejamos de competir y nos dimos cuenta de que el único jurado era el público''. Y no se equivocaron, porque después de dos intentos fallidos, por aparecer en el gran escenario de la plaza de Cosquín, conocieron a César Isella, uno de los pilares de la música nacional, quien deslumbrado por la energía de esta santafecina (Sole) la puso sobre las tablas de su peña y decidió apadrinarla e invitarla a cerrar junto a él, el festival más importante del país. Su hermana Natalia decidió por su propia elección formar parte del grupo, pero sólo como invitada especial; estaba claro que a ella le interesaba más la parte de organización. Aquella actuación junto a César le dio la alegría de ser reconocida por SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores), como ganadora del Premio Nacional a Artistas Noveles. Pero eso no era lo más importante, el afecto del público y el reconocimiento de su pueblo cuando regresaron a casa, sirvieron para que las jóvenes renovaran las energías y así emprender de esa forma definitiva el camino que las llevase a la gran ciudad, aquella verdadera generadora de sueños, Buenos Aires.
Antes de ser tan reconocida, y a pedido del público, Soledad grabó ''Pilchas Gauchas", en Rosario (Sta. Fe), un trabajo limitado que sólo fue editada en cassette. Pero los sellos discográficos no tardaron en darse cuenta del potencial artístico que representaba una figura joven y con un carisma tan especial, capaz de enfervorizar a una multitud con sólo hacer girar el poncho por sobre la cabeza. Fue entonces cuando la discografía Sony editó su primer disco "Poncho al viento", con la producción de Fernando Isella, el cual llegó a vender en poco tiempo, más de 100 mil copias. Para enero de 1997, la Sole se presenta por segunda vez en el majestuoso escenario del festival de Cosquín, ahora no como invitada, sino con su propia luz, que la hacía brillar arriba de las tablas. Aquella fiesta finalizó con la ovasión de miles de personas que se dieron cita y la obtención del Premio Consagración. Sin dudas la Sole y Nati (como invitada especial) eran las elegidas, las verdaderas conquistadoras de la gran ciudad. Otra apuesta muy fuerte, otra vez más de la mano de César Isella era llevar adelante sólo dos conciertos en el teatro Gran Rex, reducto en que pasaron grandes figuras internacionales. La jugada fue muy importante pero valió la pena , lo que tendría que haber sido sólo dos actuaciones, se convirtieron en diez, convocando a 35 mil personas. Sus figuras se hacían cada vez más grandes, con el apoyo de los medios de comunicación y para el fin de ese mismo año juntó a 100 mil espectadores en un recital gratuito, en la ciudad de La Plata. A casi un año de la edición de su primer disco, Soledad decide sacar su segunda placa, ''La Sole", con un estilo similar al de su antecesor, en donde se destacan varios temas como "Que nadie sepa mi sufrir'', ''Ando por la huella'', o '' Si de cantar se trata''. Una vez más en 1998 y como en todos los eneros, la capital nacional del folklore ( Cosquin ), se vio conmovida por la presencia de Soledad y por supuesto que también la de Natalia, quienes fueron las únicas artistas que lograron agotar todas las localidades para sus presentaciones. El mundial de f`útbol realizado en Francia había llegado y Soledad fue la elegida para grabar un disco, junto a las voces de los cantantes más representativos de los países intervinientes en ese torneo. Al regresar de Europa, otro fue el enorme desafío que se le presentaba ,grabar un disco en vivo, durante las tres presentaciones que estaban pactadas, nuevamente en el teatro Gran Rex. Pero como era de esperar, sus dilatadas figuras convocaron esta vez a más de 70 mil personas que asistieron a lo largo de 20 shows. Luego vinieron los discos "A mi gente" y "Yo sí quiero a mi país", junto con las giras por cada rincón de suelo argentino y el gran salto al mercado latinoamericano, con presentaciones en Uruguay, Chile y Perú. Dueñas de sus espíritus transgresores, Natalia con solo 18 años, y en especial Soledad con 20 años, quien fue la iniciadora de todo, impusieron un estilo único dentro de la música nacional, logrando lo que hasta el momento parecía imposible, acercar a los jóvenes al ritmo folklórico, de forma masiva; estrechando así la brecha abisal que en cuestiones musicalas separaba a abuelos, padres e hijos. Todo comenzaba una noche allá por 1990, con unas nenas que, con un bombo y un par de guitarras hacían emocionar a quienes las escuchaban. Todo sigue hoy, con unas adolescentes que supieron ganarse el corazón de la gente.