Los siete Arcángeles
Después de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espiritu Santo, ellos son los Reyes del Universo. No existe otro poder tan grande como el de los Arcángeles, son los representantes directos de Dios. Son llamados en otras culturas, los misiones, y definidos con sus reinos,constructores del Orden Universal.
Si bien son entidades de gran poder en espíritu, tienen a su cuidado el orden de los planetas y estos constituyen su reino, pues los 7 grandes planetas estan regidos por ellos. Los planetas serían la forma exterior de su poder y algunos componen nuestro sistema solar. Pero la naturaleza real es que son los Poderosos Hijos de Dios.
Los siete arcángeles son: Gabriel, Miguel, Shammuel, Rafael, Jofiel, Uriel y Zadkiel.
Cada persona tiene un Ángel Custodio, o de la Guarda, desde que nace, sea o no creyente. Ese ángel se dedica por completo al hombre que tiene a su cargo: ·Lo protege del mal (tentaciones).
·Lo acompaña en la vida diaria.
·Lo sirve, si el hombre a su cargo cree en él y se lo pide.
·Lo guía a través de "divinas inspiraciones" y de la conciencia.
·Lo consuela en sus penas.Y todo esto... sin interrupción. Su naturaleza espiritual implica muchos poderes y supone mucha perfección en comparación con nosotros, pero:
·no conocen los secretos de Dios (Juicio Final, etc.).
·no pueden saber qué pensamos (sólo Dios puede), a no ser que se lo permitamos.
·no conocen el futuro.
Eso sí, como son tan inteligentes y poderosos, viéndonos y oyéndonos pueden hacerse una idea bastante acertada de lo que tramamos y de lo que nos espera. Deducen cosas igual que nosotros, pero en un nivel mucho más elevado.Hay que imaginarse que el Ángel de la Guarda es nuestro mejor amigo... Quizás esto es imposible de pensar para alguien que por ignorancia o incredulidad se olvidó de que él existe, sin embargo, esa relación de amistad tan cotidiana y normal que tenemos con nuestros amigos, ese mismo cariño y compromiso lo siente nuestro ángel por nosotros.Cada vez que nos sentimos solos y desgraciados, nos olvidamos de que ahí, al lado, está nuestro angel sufriendo por nuestro dolor.
Ellos son incondicionales y fieles, y esperan constantemente que les pidamos ayuda, que contemos con ellos, que sintamos su compañía.Qué triste es cuando alguien a quien queremos y nos dedicamos, nos desprecia o no nos toma en cuenta. Para nuestro ángel es lo mismo: que no nos interesemos en él, que no lo conozcamos, que no creamos en su fiel disposición es algo que lo apena mucho... y quizás cuánto tiempo ha sido así.Muchas veces decimos: "¡Qué suerte!", por algo que nos pasa... tal vez cuántas veces nos ha ayudado sin que nos demos cuenta (y sin que le demos las gracias).Hay que tratarlo, entonces, como a un mejor amigo, pero también debemos venerarlo porque siempre está con nosotros y al mismo tiempo está viendo a Dios. Jesús dijo: "No hay que despreciar a nadie porque hasta los más pequeños tienen un ángel que ven la cara de mi Padre".Aunque los Ángeles Custodios son los más "chicos" de la Jerarquía Angelical, tienen mucho poder y sabiduría, y dentro de sus capacidades está la de tomar forma física (persona, animal, viento, etc.) si es necesario para ayudarnos. Pero aunque tenga toda la disposición para hacerlo, no nos puede ayudar 100% si no se lo pedimos o si se lo pedimos sin FE (sin creer). O sea, si no creemos es como tenerlos atados de manos y no pueden realizarse en su vida de acompañarnos y guiarnos... el sentido de su vida.Nuestro Ángel de la Guarda nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Si nos vamos al Cielo, si nos salvamos, nuestro ángel nos acompañará por toda la eternidad, gozando la Felicidad Eterna junto a nosotros...
.Los ángeles de personas que se condenan son agregados por el Señor a los "Servidores Especiales de la Reina de los Cielos", donde se dedican a cantar y alabar la justicia infinita de Dios.En ambos casos, salvación o perdición, nuestros ángeles tienen la misión de atestiguar ante Dios nuestros actos, cuando llegue el momento de ser juzgados . Por lo tanto, depende de cada persona que sea una tarea fácil o difícil, porque si nos condenamos nuestro ángel aparte de atestiguar con mucha pena en contra nuestra, se separará eternamente de nosotros.