BICICLETEADA
BICICLETEADA
LUNES 1 DE MAYO, después de haber planificado en
el campamento, la "bicicleteada", y en el día del trabajador, los
chicos nos dispusimos a trabajar físicamente y a pasear a Punta del Agua City.
Nos reunimos en la casa de Lía, después de haber puesto a punto nuestras bicicletas, de haberle hecho servi completo, esperamos que llegaran todos los aventureros y nos lanzamos a la ruta.
Día seminublado, tranquilo, se armó el pelotón, algunos en moto, otros, la gran mayoría en bici comenzamos a recorrer los 20 Km. que nos separaban del objetivo, algunos grupos se alejaron, otros quedaron rezagados, pero todos teníamos una meta: llegar al arroyo Tegua, tomar unos mates y disfrutar de la alegría de estar juntos. Armamos el Pic-nic y ni bien llegaron los últimos ciclistas, un grito que al principio nos parecía un chiste, anunciaba, ¡PIEDRA!, una nube gris nos cubría y cada vez más piedras, nos escondimos en las cuevas de tierras que forma el arroyo al comer sus bordes y apenas dejó de caer piedra, en medio de un diluvio, subimos a nuestras bicicletas y motos y a toda velocidad, salpicando barro, nos dirigimos a la Iglesia; empapados y embarrados de pie a cabeza allí nos refugiamos a esperar que dejara de llover, pero... no había señales de mejoría.
Con frío armamos la mateada en la Iglesia, algunos improvisaban remeras con bolsa de nylon, otros rezaban y cantaban en el altar, otros se amontonaban muy juntitos para calmar el frío; de pronto apareció el padre de Ceci, cargó algunas chicas y bicicletas en la camioneta y avisó al papá de Diego que nos viniera a socorrer en el Camión.
Mientras esperábamos, charlábamos y recordábamos momentos compartidos, planeábamos a pesar de lo sucedido, otra bicicleteada. De pronto escuchamos el ruido del camión y corrimos afuera, tomamos nuestras bicicletas y nos subimos a él con mucha alegría; una vez arriba saltábamos y cantábamos para no sentir tanto el frío, en un ratito estuvimos en Hernando. Fue un regreso no planeado, pero nos divertimos igual.
La pasamos genial y muy prontito lo volveremos hacer, eso sí, antes leeremos el informe meteorológico, llevaremos la ropa impermeable y le haremos caso a Tefa cuando nos diga ¡Se viene la tormenta!, pero... a pesar de todo fue un gran día y pedalear bajo la lluvia fue fascinante.
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